La vigente era tecnológica también ha afectado a los músicos. Aparte de secuenciadores, pedales de efectos y dispositivos varios, somos muchos los que utilizamos programas de ordenador para escribir nuestras partituras. Aunque a veces no son sencillos de utilizar, el resultado se entiende mejor que el de una partitura manuscrita y la actualización es más simple.
Un saxofonista con el que toco habitualmente siempre se ha caracterizado por escribir a mano unas partituras muy claras y fáciles de leer. Recientemente me comentó que a partir de ahora iba a hacerlas por ordenador. "¿Te has instalado un programa de edición de partituras?", le pregunté. Su respuesta fue: "No, me he comprado un scanner".
Entiendo escribir música en un sentido literal: con papel y lápiz. Es una cuestión personal, pero me parece crucial para el proceso creativo. ¡Oye, pero aplico tecnologías avanzadas como el "cortar y pegar"! Hay que ir con el tiempo. Eso sí, utilizando tijeras y pegamento.
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