martes, 29 de noviembre de 2011

Jazznécdota #24: Guitarristas (II)

¡Cómo son los guitarristas! Hace una semana estuve viendo, en primera fila, el concierto que dio en Madrid mi gran ídolo, Pat Metheny. Parte de uno de los temas los interpretaba usando sus dedos, y parte con una púa. En un momento dado, y para facilitar la transición de púa a dedos, la lanzó al borde del escenario, con la suerte de que pude hacerme con ella al final del concierto.

Durante los días sucesivos conté la historia de mi "trofeo" a todos los músicos con los que me crucé. Algunos me daban la enhorabuena, otros hablaban del concierto... Los guitarristas, casi de forma invariable, preguntaban: "¿Cómo es la púa? ¿Blanda o dura? ¿De qué marca?".


PD: Para los guitarristas que leen el blog: es una Planet Waves blanda. Adjunto fotografía.

martes, 15 de noviembre de 2011

Jazznécdota #23: Guitarristas

Los músicos tenemos fama de monotemáticos. No recomiendo a nadie estar cerca de una de esas charlas entre guitarristas o saxofonistas donde comentan sin cesar todas las innovaciones técnicas relacionadas con sus herramientas de trabajo.

Hace unos meses, tras un concierto, el guitarrista y yo nos sentamos a tomar una copa con mi novia, otro amigo guitarrista y su esposa. Por respeto a ambas mujeres (que bastante tienen ya con compartir su vida con músicos) se imponía elegir un tema de conversación genérico. Tras unos instantes de incómodo silencio, a uno de los guitarristas no se le ocurrió otra cosa que preguntar a su compañero de instrumento: "Y tú... ¿qué cuerdas usas?".

martes, 1 de noviembre de 2011

Jazznécdota #23: La hija

Admitámoslo: para mucha gente la música es totalmente secundaria. Hace un par de años, amenizando una boda que dio para mucho (ver Jazznécdota #13), el novio nos instó a finalizar nuestra actuación una vez acabado el cóctel y con los invitados dirigiéndose al salón de celebraciones. Intentamos acabar el tema que estábamos interpretando, pero el flamante esposo se acercó al pianista para felicitarle por la actuación, sujetándole del brazo derecho en mitad de su solo. Profesional como pocos, consiguió tocar una cadencia final con su mano izquierda.

Peor le fue a un amigo guitarrista en un evento a su nombre en otra localidad castellano-manchega. La directora del centro cultural esperaba ansiosa a su hija, que volvía de viaje. Una vez apareció, su madre apagó las luces del centro cultural y, en plena actuación, dio por finalizado el concierto.