Me contaba un guitarrista que, hace años, tocando con un grupo de versiones en un pueblo de Guadalajara, notó cómo parte del escenario se levantaba violentamente. Salió volando y cayó de espaldas guitarra en ristre mientras sus pedales salían disparados. ¿Un fenómeno paranormal? No, un grupo de alegres pueblerinos parapetados bajo la estructura que, a modo de broma, empujaron hacia arriba las tablas del escenario.
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Los que somos de pueblo, somos de pueblo.....
ResponderEliminarFeliz entrada de año. Que sigan las anécdotas!!