Hace poco amenicé una boda en un pueblo de Toledo. La distancia a cubrir entre el aparcamiento y la zona de la actuación era bastante grande y teníamos mucho equipo que cargar, pero los del restaurante nos dijeron que no nos preocupáramos, pues disponían de un carrito. Efectivamente, tenían un carrito... de supermercado. Cumplió su función, pero la imagen de los músicos transportando la mercancía no podía ser más precaria. Menos mal que, para hacerlo funcionar, no tuvimos que introducir una moneda.
martes, 15 de julio de 2014
martes, 1 de julio de 2014
Jazznécdota #65 - Otra de cantantes
Da gusto tocar con un(a) buen cantante. Todos los músicos nos basamos en las inflexiones de la voz humana para poder "cantar" con nuestros instrumentos, y acompañar bien a un(a) buen(a) vocalista es un placer incomparable. Por fortuna en España contamos con cantantes de jazz excelentes pero, por desgracia, en los márgenes de la escena jazzística acecha un buen número de iletrados musicales cuya ignorancia solo se ve superada, en algunos casos, por su prepotencia. Cierta cantante estrafalaria, ya habitual de estas páginas, suele demostrar una enorme falta de capacidad para el trabajo en equipo, culpando continuamente a su banda de todos los problemas derivados de sus propias carencias. Hasta tal punto llegaba su desprecio por el trabajo de su grupo que uno de sus músicos me comentó que, cuando tocaba con ella, en vez de acompañarla "la perseguía".
Suscribirse a:
Entradas (Atom)